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¿Aprender árabe es una buena opción?
Siendo el Árabe el cuarto idioma que más se habla en el mundo, además de una de las seis lenguas oficiales para las reuniones de la ONU y la primera lengua oficial de 20 países con más de 280 millones de habitantes, pareciera que debería ser uno de los idiomas que deberían incluirse en el currículo de estudio de los internacionalistas.
Además, en España el idioma árabe tiene una larga historia. La influencia de esta lengua en el español moderno se puede palpar en los más de 4.000 arabismos con que cuenta nuestra idioma, además de la influencia en nombres en ciudades y regiones, así como en los apellidos.
Por otro lado, hoy en día la influencia comercial de países donde se habla Árabe es más que evidente. Por ejemplo, el 15,4% de las importaciones petroleras a España fueron de países del Oriente Medio, además de un 3.4% proveniente de países del norte de África; en los cuales también se usa este idioma. También es propio mencionar que las relaciones comerciales de España con Marruecos son cada vez más frecuentes y representan un porcentaje muy alto de nuestro PIB, pues hemos llegado a ser el principal socio comercial de los magrebíes.
Y así podríamos seguir mencionando razones económicas, estratégicas y culturales de por qué sería importante aprender árabe.
Sin embargo, aprender este idioma no resulta sencillo. Se lleva la medalla de plata en cuanto a dificultad para aprenderlo, después del Chino. Y es que esta lengua no guarda ninguna relación con las occidentales; de nada vale tratar de transliterar las palabras a nuestro idioma, pues en árabe existen 28 letras con 4 posiciones distintas que implican una pronunciación diferente. El Español no tiene la capacidad de representar esas variaciones de forma correcta. De ahí que el estudiante de Árabe tendrá que aprenderse de memoria la pronunciación de las palabras con solo verlas.
¿Qué recursos están disponibles para el aprendizaje de este idioma? Lamentablemente muy pocos, y dentro de ellos menos aún que tengan una calidad parecida a la que conseguimos para el estudio de otras lenguas. En la mayoría de los cursos universitarios se aborda la enseñanza de este idioma usando un método orientado al mundo financiero y comercial, de ahí que los estudiantes de esto cursos primero aprenden a decir “Organización de las Naciones Unidas” y al final aprenden a decir “buenos días”. Esta metodología poco práctica en la vida cotidiana induce al aburrimiento en los alumnos y a una alta tasa de abandono.
De ahí que antes de que os inscribáis en un curso de Árabe es sumamente importante que indaguéis la metodología de enseñanza, sobre todo si no se trata de un curso intensivo, y por curso intensivo me refiero a uno de ocho horas diarias por 2 o 3 meses. La idea es que vayáis aprendiendo el idioma siguiendo un método natural basado en la experiencia cotidiana: saludar, despedirse, pedir indicaciones, responder a solicitudes, contar, dar y pedir la hora, etc.
Si estáis dispuestos a aceptar el reto de aprender un idioma difícil pero que representará una excelente nota en vuestro currículo, ciertamente el Árabe es una buena opción.