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La importancia de los idiomas en el mundo laboral
Licenciado en Administración y dirección de empresas, especializado en gestión de productos financieros de alto riesgo y máster en gestión de carteras de deuda, pero sin idiomas más allá del materno. ¿Cómo creeríais que entraría este perfil en el mercado laboral? Pues a pesar de que sus estudios sean exquisitos y de que habría que ver su experiencia laboral, tendría un fallo enorme: los idiomas. Así es, a día de hoy, en un mundo tan globalizado como el que estamos viviendo, la capacidad de comunicarse con personas de otros países resulta vital; y ahí queda por tanto uno de los filtros más habituales que emplean los departamentos de recursos humanos.
Existen en el mundo más de 1000 millones de hablantes nativos de chino mandarín, además de unos 500 millones de hablantes nativos de inglés y otros tantos que pueden manejarse en esa lengua, por lo que tener únicamente el conocimiento del idioma materno es a día de hoy un problema de cara al desempeño laboral; más aún si se opta a puestos de cierta responsabilidad, como es el caso del ejemplo inicial, o a puestos que tengan una relación directa con el mundo del turismo, como podrían ser camareros o recepcionistas. De ahí que los idiomas en el mundo laboral sean imprescindibles y poco a poco se les esté dando una importancia mayor en los currículum.
Los idiomas más importantes en el mundo laboral
Ahora bien, ¿qué idiomas son los más importantes? Esta pregunta es muy subjetiva, pues depende de casa situación y persona; pero a grandes rasgos la cosa podría quedar de la siguiente manera: inglés, alemán, árabe y chino (el español estaría en la lista, pero por razones obvias no lo pongo).
En el primer caso, el del inglés, creo que la razón está clara, ¿verdad? Se trata de la lengua franca de nuestro tiempo, pues independientemente de donde se vaya siempre habrá gente que pueda comunicarse con ella; además de que es el idioma que predomina en Internet y en el mundo de los negocios. Resulta vital poder comunicarse aunque sea con un nivel B1. Por otra parte, quienes estén involucrados de alguna manera en sectores industriales, farmacéuticos o médicos, verán que el alemán puede convertirse en una herramienta que abrirá muchas puertas en las empresas, pues la importancia de Alemania en el panorama industrial global es innegable. Gran parte de la economía europea queda a expensas de lo que determinen las compañías y el gobierno de este país, por lo que se trata de una lengua, que si bien más allá de las fronteras alemanas es marginal, tiene su importancia en determinados contextos.
También está ahí el árabe, una lengua que para los occidentales puede resultar ciertamente complicada de aprender por el alfabeto empleado, pero que con constancia puede llegar a controlarse. El mundo árabe es muy grande, y si bien económicamente, salvo en algunos casos contados como el de Arabia Saudita o EAU, no tiene mayor repercusión, sí que lo tiene en cambio su población, pues en gran medida está distribuida por Europa y conforma un mercado muy apetitoso para las empresas. Además de ello en el caso de las muchas compañías españolas hay grandes acuerdos con estos países, por lo que en no pocos casos resultará clave a la hora de pasar un proceso de contratación.
Y finalmente qué decir del chino mandarín, el idioma más hablado del mundo. China se ha convertido en la “fábrica del mundo”, en el mayor propietario de deuda soberana internacional, en uno de los países con mayor liquidez, y donde la economía está expandiéndose a ritmos acelerados; de tal manera que se calcula que en cuestión de 15 años o menos el país asiático podrá superar a EEUU en todos los aspectos si sigue así. La importancia está clara, ¿verdad? Pues su idioma, aunque parezca una salvajada para aprender, tiene trucos, como por ejemplo el “pinyin”, una versión del chino mandarín que emplea el alfabeto latino para la redacción.