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Ventajas de aprender idiomas en la tercera edad
Cuando uno se jubila y ya no tiene mucho más que hacer la opción de los idiomas es una muy buena alternativa, pues ocupa el tiempo libre de la persona y encima le ayuda a ejercitar la mente. Vamos a repasar cuales son las principales ventajas de ponerse a aprender idiomas una vez cumplidos los 65 años.
Destreza mental
Quienes os hayáis puesto a aprender un idioma habréis notado que requiere de un esfuerzo mental nada despreciable. Por una parte hay que recordar multitud de términos y estructuras, y por otra parte hay que tener la capacidad de emplear toda esa información para elaborar un texto coherente o ser capaces de mantener una conversación en esa lengua. De ahí que ésto resulte importante en una persona con cierta edad, pues queramos o no el cerebro tiende a adormecerse, y con ello su funcionalidad comienza a decrepitarse. La practica de los idiomas hará que se tenga éste siempre engrasado y con una mentalidad mucho más joven.
Viajes sin límites
Normalmente cuando se llega a la edad de la jubilación una persona ya ha pagado su vivienda y ha finalizado con la mayor parte de los grandes gastos que vienen derivados de formar una familia. Y uniendo ésto con que la disponibilidad de tiempo es mucho mayor, surge una cuestión: ¿por qué no emplear el tiempo viajando? Pues para ello sólo hace falta aprender algo de idiomas, y si se dispone del tiempo necesario dará una visión del mundo increíble. La tercera edad es idónea para conocer el mundo, y los idiomas abrirán esas puertas.
Ocupar el tiempo
En no pocas ocasiones los jubilados tienen el problema de no saber en que ocupar su tiempo libre, y de ahí es que muchos acaben aburridos e incluso desesperados. Menos mal que la mayoría sí suele encontrar algo con lo que pasar el tiempo: universidad, huertos, viajes, etc. Y claro está que ahí los idiomas tienen también una importancia vital. ¿Cuantos de los que ahora están jubilados tuvieron en su momento la posibilidad y las facilidades de estudiar idiomas como hoy en día? Pocos, muy pocos. ¡Pues a aprender!
Sentirse útiles
El mero hecho de envejecer y retirarse del mercado laboral para nada significa que una persona no tenga mayor valor para la sociedad. Es obvio, ¿verdad? Pues hay jubilados a los que les entra esa sensación, pues suele ser relativamente frecuente que se entre en depresiones por estas razones. De ahí que los idiomas puedan ser una alternativa en estas ocasiones. Como en el anterior punto ésto suele darse a raíz de tener mucho tiempo libre y no pocas veces una autoestima baja. Aprender idiomas puede demostrarle a uno mismo lo que ya saben los demás, que se es útil y que aún queda mucho viaje por delante. Es más, en el caso de aquellos jubilados que ya dominen alguna lengua, ¿por qué no enseñarla a personas más jóvenes o incluso a otros jubilados?